Ética empresarial

Artículo final del libro de Adela Cortina
"Ética de la empresa: claves para una nueva cultura empresarial"

Autores:

Eddy Cristina Betancourt Bejarano 1520182043

María Paula Mora Díaz 1520182007

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Palabras clave: Ética, Sociedad, Organizaciones, Moral, Responsabilidad, Actividad empresarial.

Adela Cortina es una filósofa española catedrática de Ética de la Universidad de Valencia y directora de la Fundación Étnor, Ética de los negocios y las Organizaciones Empresariales. Es una autora de numerosas publicaciones sobre ética y ética de la empresa. En su libro “Ética de la empresa, claves para una nueva cultura empresarial”, refleja la importancia de implementar la ética en las empresas partiendo de tener claro el concepto de ética y su fusión con las organizaciones. En la actualidad, es fundamental incorporar la ética en las entidades, debido a la necesidad que nace a partir de querer mejorar el ambiente laboral y de generar prácticas responsables. Asimismo, la implementación de la ética ayuda a fortalecer la gestión de las organizaciones, a tomar mejores decisiones,  actuar de una manera correcta bajo un marco ético- moral, a ser un mejor directivo o líder, a crear una buena imagen empresarial con valores en donde se refleje la responsabilidad corporativa y el compromiso ante la sociedad.

En un principio, la ética es un saber para actuar de modo racional, es decir, es el encargado de dirigir el comportamiento o la acción humana, el cual delimita los actos humanos según sus preceptos morales y definición de lo bueno y lo malo. Por esta razón existen dos modos de saber ético, en primera instancia, se tiene la forja del carácter en donde invita a la comunidad civil a tomar decisiones prudentes, obrar racionalmente y pensar muy bien antes de actuar de acuerdo a sus valores, hábitos y fines. El segundo modo de saber es el respeto de los derechos humanos desde una moral crítica, es decir, tomar decisiones moralmente justas lo cual se encuentra estrechamente ligado a los diferentes tratos que se le dan a las personas en una organización (buenos y malos). De igual manera, el modo de ser se va apropiando a lo largo de la vida de los individuos, en la cual se forma el carácter y por consiguiente la libertad, lo que conlleva la responsabilidad de tomar buenas decisiones para construir una mejor sociedad. 

La ética se rige bajo unos fundamentos en donde se entiende al ser humano como hombre estructuralmente moral, así como su tendencia a la felicidad, el hedonismo, la autonomía y dignidad humana y se tiene como objeto de diálogo. Por otro lado, se encuentra la ética aplicada, la cual se encarga de aplicar a la realidad o cuestiones relacionadas con las actividades humanas todos los conceptos éticos. 

La ética cívica nace en los siglos XVI Y XVII, el cual consiste en ese mínimo de valores y normas que los miembros de una sociedad moderna comparten sin importar las diferentes  cosmovisiones religiosas, ateas, filosóficas, políticas o culturales. Dentro de las características de la ética cívica se encuentra en primer lugar una ética de mínimos, la cual consiste en que todo lo que comparten los habitantes de una sociedad moderna no son determinados proyectos de felicidad, ya que cada uno tiene su propio ideal de vida y así mismo construye su felicidad. En segundo lugar, una ética de ciudadanos, no de súbditos,en donde los habitantes de una sociedad no tienen porque estar sujetos a la autoridad de otra persona para obedecer las obligaciones. Por último, una ética de modernidad, en donde surge el concepto de ilustración,  movimiento que defiende el dominio de la razón el cual va muy ligada a la autonomía.

Por otra parte, la ética cívica se compone de una serie de valores los cuales son libertad, igualdad y solidaridad, los cuales funcionan como guía de las acciones humanas. Asimismo, la tolerancia activa y un ethos dialógico resalta  que el respeto hacia los derechos humanos junto con los valores para crear un tipo de actitud en la persona. Por esta razón, no es posible una ética empresarial sin una ética cívica, ni viceversa, ya que la meta de la actividad empresarial es la satisfacción de necesidades humanas con el fin de lograr una sociedad alta de moral.

La ética económica se define como aquella que combina economía y ética uniendo juicios de valor de ambas disciplinas para predecir, analizar y modelar fenómenos económicos. Asimismo, la ética empresarial o de los negocios se centra principalmente en la empresa como una organización económica y como una institución social, es decir, como un tipo de organización que desarrolla una actividad y en la que resulta fundamental la función directiva y el proceso de toma de decisiones.

El capitalismo fue un cambio que trajo consigo la modernidad, lo cual contribuyó a el desarrollo empresarial enfocado en la propiedad privada. Por lo tanto, la racionalidad es un factor muy importante, debido a que es la fuerza impulsadora de este movimiento transformador. Así, quien observe la realidad de los procesos de modernización, considerará el capitalismo y la empresa como mecanismo de la vida social moderna junto al estado. Asimismo, si el modelo capitalista se complementa con una ética social que desarrolle un marco social y político, puede transformar la economía en una economía social de mercado que conserve la adquisición moderna de la libertad. Además, la racionalidad formal del mercado sirve para coordinar la multiplicidad de individuos autónomos, ayudando a la integración social. 

Varios autores opinan que el capitalismo ha logrado primero, el más alto nivel de vida material, es decir, la eficiencia progresiva, el crecimiento económico sostenido, la revolución constante de los medios de producción, entre otras cosas. Además, es fundamental tener en cuenta la ética discursiva, la cual pretende transformar la racionalidad económica por medio de la racionalidad comunicativa. Sin embargo, la empresa moderna ha contribuido diversos aspectos que guardan una estrecha relación con el marco ético-económico los cuales han transformado el capitalismo, entre estos se encuentra el empresario burgués, el interés propio, el utilitarismo y la justicia como equidad. Aunque, el factor decisivo para el crecimiento económico ha sido la organización, además, una coordinación administrativa resulta efectiva, primordial y más rentable, ya que se reúne un grupo de directivos para que desempeñen diferentes funciones con el fin de dar orden en la organización. 

La ética empresarial consiste en llegar a acuerdos racionales en un proceso de argumentación ayudando así en la resolución de problemas, además, mejora la interacción entre las relaciones internas y externas de la empresa, funciona como vínculo para el cumplimiento de la ética cívica y permite la implementación de la responsabilidad social. Sin embargo, presenta una serie de dificultades como la desconfianza del empresariado, considerarla como una necesidad o algo que se emplea solo por cumplir la ley y  la compatibilidad entre ser empresario y comportarse de manera ética. Estas dificultades se deben trabajar para conseguir un mejor ambiente y lograr aplicar la ética de los negocios adecuadamente.

La ética empresarial nace a partir de una serie de razones que hicieron que el mundo empresarial empezara a poner en práctica la ética en las organizaciones, entre ellas se encuentra la urgencia de recuperar la confianza en la empresa, la responsabilidad social de las empresas (espacio corporativo y comunitario), la necesidad de tomar decisiones a largo plazo, ya que permite concretar la visión que tiene la empresa y además garantiza supervivencia en la competencia de los demás mercados. Asimismo, la necesidad de una ética en las organizaciones fue determinante, dado que es indispensable para reconstruir el tejido de una sociedad y remoralizarla.

Por otro lado,  existen dos modelos de empresa que indican los diferentes estilos por los cuales optan para realizar su actividad empresarial. El primer modelo es el capitalismo neoamericano, en donde consideran al factor humano como medios para cumplir sus objetivos sin tenerlos en cuenta en el proceso. Y el segundo modelo es el renano, en donde las empresas plantean proyectos a largo plazo, se tiene una corporación de personas unidas por un objetivo en común, se respetan y se les da el valor que merecen. Por lo tanto, las organización deberían cambiar de un modelo taylorista a uno postaylorista, ya que este se basa en el bienestar social. 

En la ética de la dirección el liderazgo empresarial se toma como un liderazgo moral, es decir que el liderazgo de un directivo va encaminado a una conducta ejemplar, quien se convierte en un factor decisivo para que la empresa sea un verdadero espacio ético, en donde un grupo de personas comparten metas, comunican eficazmente y ejercen un liderazgo integral.

Por otro lado, el factor humano en la empresa influye directamente en la ética de la dirección, en donde se emplean niveles de acción empresarial como la motivación que va encaminado al hombre, la información que habla de la economía como disciplina científica, la dirección del directivo, la complementariedad de lo personal e institucional en donde se humanice la organización y volverla un lugar ameno para laborar. Por lo tanto,  la organización es aquel lugar que ayuda a la integración del factor humano igualando sus perspectivas.

Así pues, la transformación de la cultura empresarial ha pasado por diversos procesos y contradicciones que han ocasionado volver a revisar el modelo taylorista el cual ha evolucionado al modelo neotaylorista en donde el trabajo es descentralizado, y  existe la aplicación de un sistema de refuerzos al trabajador para que mantenga y aumente los niveles de productividad. Sin embargo, se deben tener en cuenta algunos elementos fundamentales para la regulación y el patrimonio moral como lo son los códigos de conducta y profesionales, los consejos de empresas y el Ombudsman, el cual ejerce una crítica interna, controlar la veracidad, explicar al cliente el funcionamiento de la empresa y trasladar información a los directores. Esto finalmente, conlleva a un nuevo modelo llamado postaylorista que busca aumentar la productividad teniendo en cuenta las capacidades humanas y generando un espacio ético de integridad.

Con el objetivo de institucionalizar la ética de las organizaciones, surge la necesidad de especialización y profesionalización, lo cual se encuentra estrechamente relacionado con la asesoría ética, debido a que es un actividad impartida por un experto quien aporta su conocimiento, aconseja y ayuda a tomar decisiones óptimas en los diferentes procesos de la actividad empresarial. Asimismo, la empresa como institución social requiere de diferentes niveles que si actúan por separado no se obtiene un equilibrio entre eficacia y justicia, estos son: acuerdo político-empresarial (management normativo), dirección sistémico-estratégica (management estratégico), y por último, instancia de recursos operativos (management operativo).

La asesoría ética se caracteriza primero por la forma racional con que menciona las reglas y valores, es decir, el asesor no se limita en indicar que es lo que se debe hacer en cada momento sino ayuda a tomar decisiones, a descubrir por sí mismo que camino es el adecuado desde el punto de vista normativo, además se caracteriza por ser una idea que guía y orienta a la acción. Ahora bien, cuando el asesor tiene situaciones particulares, la respuesta debe venir desde equipos interdisciplinares, es decir, tomar ayuda de comités éticos. Asimismo, la voluntad empresarial consta de tres dimensiones, como lo son las cuestiones internas, las actuaciones en el mercado, y las exigencias sociales.

Existen dos tipos de asesoría ética, la primera es la asesoría indirecta la cual tiene un foco más general, no se concentra en problemas concretos y sus condicionamientos. Este tipo de asesoría consta de tres elementos fundamentales, como el código ético, el management ético y la valoración ética de la empresa. La segunda es la asesoría directa donde el asesor aclara implicaciones éticas como propuestas, decisiones o proyectos y discute posibles estrategias de acción. Esta asesoría se compone de un consejo ético, juicio ético y el examen ético.

Por otra lado, la asesoría ética consta de una asesoría informativa (como) y una normativa (porqué), donde la primera se centra en la mediación del saber técnico, en los medios y métodos de la realización de objetivos. Y la segunda se dirige hacia el planteamiento de objetivos con referencia a las normas sociales y a los principios morales. 

La ética es un saber que se enfoca en la dirección de las acciones humanas, guía y orienta el comportamiento, lo cual se convierte en un factor de vital importancia para emplear en los diferentes campos de interacción humana. Asimismo, su aplicación en el entorno empresarial es necesario debido a que ayuda a definir valores y actitudes, que deben optar los empleados para respetar los derechos de cada uno de los individuos y de la sociedad en general; por medio de su actividad empresarial. 

Las organizaciones son espacios en donde las personas pueden ser libres, expresar lo que sienten y ser escuchados, ya que esto permite mejorar las condiciones de quienes laboran allí, dado que los trabajadores son lo más importante y preciado que tienen las empresas. Para lograr eso, es necesario elaborar códigos éticos o manuales que ayuden a regir la conducta y comportamiento dentro y fuera de la organización, de esta manera se educaran y contribuirán por medio de aportes ético- morales a la sociedad. De igual modo, las acciones empresariales deben ir encaminadas hacia la mejora y desarrollo social, debido a que la ética empresarial es una nueva forma de orientar la actividad empresarial y el diseño de las instituciones.